Cronica Feria de San Fermin

14.07.2014 16:46

Ficha del festejo

 

 

  • Monumental de Pamplona. Lunes, 14 de julio de 2014. Última de feria. Menos de 20.000 espectadores. Toros de Miura de enormes caras, muy desiguales remates en las hechuras de la casa; de muy poca fuerza y poder en conjunto; sin maldad ni bravura ni fondo; el 2º, de ir y venir en su distancia y a su altura, fue el mejor; también el 6º se desplazó en su buena condición miureña.
  • Javier Castaño, de blanco y oro. Dos pinchazos, estocada atravesada y tendida y dos descabellos (silencio). En el cuarto, media estocada algo tendida (silencio).
  • Luis Bolívar, de blanco y plata. Estocada contraria (oreja). En el quinto, estocada a toro arrancado y descabello. Aviso (silencio).
  • Esaú Fernández, de blanco y oro con cabos negros. Bajonazo (silencio). En el sexto, seis pinchazos y varios descabellos. Aviso (silencio).

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Ficha del festejo

  • Monumental de Pamplona. Domingo, 13 de julio de 2014. Novena de feria. Unos 20.000 espectadores. Toros de Adolfo Martín tres cinqueños, tremendamente armados sobre diferentes hechuras y remates; cornipaso un 1º peligroso que se metía y sacudía la muleta; gateando y sin celo el enjuto 2º de medios viajes; alto y frentudo un 3º gazapón que sólo se dejó por el izquierdo por encima del palillo; noblón, andarín y distraído sin descolgar el manso 4º; cornivuelto hasta la fealdad el morucho y desentendido 5º; alto, frenado y rebañando por arriba el infumable 6º.
  • Diego Urdiales, de azul turquesa y oro. Pinchazo hondo y otros tres pinchazos (silencio). En el cuarto, pinchazo, estocada atravesada y descabella. Aviso (palmas).
  • Manuel Escribano, de azul marino y oro. Tres pinchazos y estocada rinconera. Aviso (silencio). En el quinto, dos pinchazos, estocada rinconera y descabello (silencio).
  • Alberto Aguilar, de blanco y plata. Metisaca, media estocada tendida y dos descabellos (silencio). En el sexto, estocada trasera y desprendida (silencio).
  • Acabó bien lo que pudo terminar muy mal; se desencadenó la apoteosis por donde planeó el apocalipsis. Y desde esa angustia tal vez se expliquen los abrazos de Ricardo Gallardo en el callejón de su paseos de reo en el corredor de la muerte. Y la exaltación tras la llamada del gobernador que conmuta la pena. Lo que venía a ser cuando la presidencia concedía las orejas... En el alambre la corrida, en la cuerda floja la tarde, la bipolaridad de un sábado estruendoso, la algarabía de una jaula de grillos y las velas desplegadas del Pirata Padilla para botar a la mar del populismo el galeón rendido de Pamplona.

    A Padilla le debe Gallardo ver la botella medio llena. O viceversa, pues no menos cierto es que en sus manos cayeron un espectacular primero de contado poder -¡ay, el poder de los fuenteymbros de papel!- pero de mucha calidad por la mano derecha y un sobrero encastado y humillador por el izquierdo.

    Entre los motivos para la alegría, se halló la respuesta de Pepe Moral a la apuesta de la MECA para concederle la sustitución de David Mora. Moral desorejó a un toro del Conde de la Maza en Sevilla el día del Corpus. Antiguamente esto valía un potosí, pero a la antigua funcionan ya pocos valores. Algunos que lo han mamado como Luis Manuel Lozano, que descolgó 'the first' el teléfono para anunciarlo en Albacete. Aquel chavalote que vimos triunfar de novillero en Madrid hace una pila de años debutaba ayer como matador en Pamplona y no defraudó a nadie.

    Cuando se rajó tan temprano el primero de su lote, pésimamente lidiado al revés, hacia los terrenos de la marcada querencia, quedó un halo de decepción sólo paliado por su eficacia estoqueadora. Y Pepe Moral volvió a refrendar con la espada la esperanzas ante un quinto al que le quedaban 19 días para cumplir los seis años. La edad no se tradujo por potencia. Más bien andaba como puta en tacones por rastrojos. Pero en su corto aliento habitaba la nobleza para viajar con alfileres. La diestra de Moral lo acompasó con mimo y sin quererlo forzar, y aun así el toro se echó en la segunda serie...

    El torero de Sevilla lo reflotó para enseñar su templada izquierda cabal. Debió seguir siempre por esa mano. Nunca se encogió y se creció y se descaró con plaza para lo poco toreado que está.Después la estocada que cambiaba el apocalipsis por la apoteosis de una oreja. Y Gallardo se desbocaba de alegría por el callejón. Por el chico también, digo. Porque Ricardo además de apasionado es un hombre inteligente y sabe, seguro, que la corrida dio más motivos para la preocupación que para la celebración. No vengamos luego con el foie...

    Padilla se vació en su plaza talismán. De salida, montó un lio a la pamplonesa con el capote como carta de presentación: cuatro largas cambiadas, delantales y una revolera. «¡Illa, illa, illa, Padilla maravilla!», rugían las peñas. Ya venía el toro con las fuerzas en pañales pero a la vez con un tranco galopón que anunciaba calité. Galleó El Ciclón por chicuelinas y quitó por navarras, muy propias, muy sanfermineras. Y banderilleó con la mala fortuna de que un segundo par no se clavó antes del violinazo.

    Juan José Padilla, que ha andado volando bajo, entre nuevas operaciones y nuevas desilusiones, resurgía en estado puro, y de rodillas irrumpía en la faena y se sacaba al fuenteymbro más allá de la raya. Entre el prólogo de hinojos y el epílogo también penitente y desplantado, gozó del pitón derecho del toro en sus líneas naturales. El entusiasmo se desató con el estoconazo en los medios, daba igual la colocación. Y Padilla volvió a entregarse a su público y a sus peñas con un sobrero más encastado que ninguno que transmitía y su empleo a izquierdas, por donde no surgieron las aristas de guasa del otro lado. Cuando aparecieron, El Ciclón explotó sus recursos hasta la puerta grande, la apoteosis sobre el apocalipsis.

    Fortes se enfundó un pijama chillón que le trajo mal bajío. El elogio para el manejo de las distancias y las inercias con el frenado tercero lo devolvió pesadísimo con el jabonero sexto, que se desfondó a plomo.

  • Ficha del festejo

     

    • Monumental de Pamplona. Jueves, 10 de julio de 2014. Sexta de feria. Lleno. Toros de Domingo Hernández y Garcigrande, (2º y 3º), cinco cinqueños, tremendamente serios y armados; alto de cruz y muy montado un 2º paradote que nunca descolgó; cargadísimo del tren delantero el astracanado, anclado y muy castigado 1º; bizco, humillador y arreando por derecho, más bravucón que bravo, el también muy sangrado 4º; noble y de menos a más el descolgado y simplón 5º; de venirse y nunca terminar de irse un bajo 3º; muy noble el 6º a falta de un tranco.
    • Finito de Córdoba, de sangre de toro y plata. Pinchazo, media estocada y dos descabellos (silencio). En el cuarto, pinchazo, estocada corta defectuosa y múltiples descabellos. Dos avisos (silencio).
    • El Juli, de gris plomo y oro. Estocada corta y trasera (oreja). En el quinto, pinchazo y estocada trasera. Aviso (oreja). Salió a hombros.
    • Alejandro Talavante, de azul pavo y oro. Estocada (oreja). En el sexto, cuatro pinchazos y estocada caída (silencio).
    • icha del festejo

       

      • Monumental de Pamplona. Viernes, 11 de julio de 2014. Séptima de feria. Unos 20.000 espectadores. Toros de Jandilla, tres cinqueños; muy serios en sus distintas líneas; de imponente cara un 1º de buen pitón derecho y escaso final; larguísimo pero bajo un 2º obediente y de informal movilidad; peligroso por la derecha el recortado y ofensivo 3º que atacó sin humillar; se vino abajo el enmorrillado y sangrado 4º; tremendamente noble un 5º de generoso cuello aunque no terminó de descolgar; bruto el bizco 6º de tremendo garfío diestro.
      • Sebastián Castella, de azul marino y oro. Estocada muy trasera y defectuosa que escupe y otra en el mismo sitio. Aviso (silencio). En el cuarto, estocada baja (silencio).
      • Miguel Ángel Perera, de verde hoja y oro. Estocada trasera rinconerilla. Aviso (oreja). En el quinto, pinchazo y espadazo (oreja). Salió a hombros.
      • Iván Fandiño, de coral y oro. Pinchazo y media estocada habilidosa (silencio). En el sexto, gran estocada (oreja).
      • Ficha del festejo

         

        • Monumental de Pamplona. Miércoles, 9 de junio de 2014. Quinta de feria. Unas 20.000 personas. Toros de Victoriano del Río, tres cinqueños, de despampante trapío y descomunales cabezas; extraordinario de ritmo, temple y son un hechurado y bravo 5º, premiado con la vuelta al ruedo en el arrastre; el inmenso 1º sacó buen estilo hasta que se lesionó; el más montado y astifinísimo 2º, rajadito, noble y sin clase mejoró en su querencia; un veleto 3º manejable a su altura y a su aire; bondadoso 4º de mejor inicio de viaje que final; de superior nobleza un 6º que no terminó de humillar.
        • Juan José Padilla, de marfil y oro. Media estocada y dos descabellos (silencio). En el cuarto, pinchazo y media estocada (silencio).
        • Iván Fandiño, de rosa pálido y oro. Pinchazo o leve metisaca y estocada (oreja). En el quinto, estocada algo pasada. Aviso (dos orejas). Salió a hombros.
        • Juan del Álamo, de verde manzana y oro. Pinchazo y media estocada muy tendida (silencio). En el sexto, dos pinchazos y estocada trasera (silencio).
        • Ficha del festejo

           

          • Monumental de Pamplona. Martes, 8 de julio de 2014. Cuarta de feria. Unos 20.000 espectadores. Toros de Dolores Aguirre, muy desiguales de presentación, los tres menos hechos por delante; lavado y recortado un 1 complicado sin fijeza ni capacidad para humillar; noble de ir y venir a su altura el largo y paliabierto 2; de buena condición pero desriñonado y sin fuerza un 3 huesudo y degollado; serio y lustroso un manso 4 que se defendió negado y cruzado; un torazo el 5, que echó el freno apoyado en las manos; el inmenso 6, tremendamente sangrado, tuvo su guasa sorda, se paró y remató la mansada.
          • Uceda Leal, de azul marino y oro. Pinchazo y estocada (silencio). En el cuarto, pinchazo y estocada caída (silencio).
          • Francisco Marco, de verde botella y oro. Pinchazo y estocada baja (silencio). En el quinto, media estocada tendida y dos descabellos (silencio).
          • Paulita, de grana y oro. Tres pinchazos y media estocada (silencio). En el sexto, estocada corta y descabello (silencio).
          • Ficha del festejo

             

            • Monumental de Pamplona. Lunes, 7 de julio de 2014. Tercera de feria. Lleno. Toros de Torrestrella, muy serios pero muy montados y cuesta arriba de hechuras; de mejor inicio de viaje que final el burraco y hecho 1º; suelto de carnes y escurrido un 2º capirote de mucha cara que nunca descolgó en su guasa por el izquierdo; duro y rebrincado un 3ºde lomo quebrado y engallado; paliabierto un feo 4º sin fondo ni clase; de terrorífico garfío zurdo un 5º que descolgó más que ninguno y se desplazó con nobleza por el derecho; destartalado y bizco el hondo y manejable 6º a su altura.
            • Antonio Ferrera, de tabaco y oro. Estocada rinconerilla y suelta (silencio). En el cuarto, estocada atravesada contraria. Aviso (silencio).
            • Miguel Abellán, de blanco y azabache. Estocada perdiendo el engaño (silencio). En el quinto, estocada trasera y desprendida (oreja).
            • Daniel Luque, de nazareno y oro. Estocada fulminante (silencio). En el sexto, estocada pasada y cuatro descabellos. Dos avisos (silencio).

—————

Volver


Crea una página web gratis Webnode